¿Qué son los cerámicos?
Los cerámicos son los elementos que solemos usar como terminación en pisos y en ciertas paredes, especialmente las de baños y cocinas.
La característica fundamental de una cerámica es su porosidad, que se relaciona con la cantidad de aire que encierra en la masa que la constituye. A mayor porosidad, más liviana es la cerámica, a menor porosidad, es mas compacta, pesada, cerrada. En la practica, la porosidad se mide por la absorción de agua de cada compuesto. Esto permite clasificar los productos cerámicos, desde este parámetro, en cuatro grandes grupos:
Lozas: absorción mayor al 10%
Semigres: Absorción entre 3 y IO%
Gres: absorción entre 0,5 y 3 %
Porcelana: absorcion menor a 0,5 %
Los productos de porosidad cercana a cero permiten el acabado sin esmaltar, ya que toda su masa pasa a ser impermeable, y no es necesario aplicarle una terminación vítrea (esmaltado) en la superficie. Estos productos se denominan porcellanatos.
El producto mas apropiado para revestir paredes es la loza, una masa liviana y sin contracción. Si la pared a revestir es externa o puede recibir agua en forma directa (baños y cocinas), es conveniente usar gres. El producto más aconsejable para pisos esmaltados es el gris, porque alcanza valores de resistencia mecánica para los usos más exigentes. Las cerámicas se fabrican con arcillas cocidas, con las que se hacen previamente pastas. Estas arcillas, en su origen, pueden ser rojas o blancas. Las más abundantes en la naturaleza son las rojas, que toman ese color en la cocción, porque tienen óxidos de hierro en su composición. Las arcillas blancas son mucho más escasas, por consiguiente resultan de mayor costo. Tienen además menor contracción, lo que determina mucho mayor estabilidad dimensional.